Aunque la socialité Kim Kardashian ha asegurado que no lleva silicón en su llamativa retaguardia, sí se la inyecta con la grasa que le extraen de sus lipoesculturas.
De acuerdo con el cirujano plástico Iván Mañero, no hay la menor duda de que la estadounidense recurrió a un implante autólogo de grasa tras sus liposucciones. "Su trasero no es proporcional a su cintura ni al resto de su cuerpo", afirmó.
Comentó que no existe posibilidad alguna de que haya recurrido a una prótesis, pues no las fabrican de ese tamaño.
Explicó que la técnica consiste en colocar "pequeñas bolitas de grasa", a las cuales posteriormente se moldean para obtener la forma deseada.
Con ello la famosa consigue robar las miradas de fotógrafos y todo el público, convirtiéndose así en un simbolo hot.
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